Mejorando la calidad y seguridad del paciente en odontología: un imperativo para el desempeño individual y organizacional.

Autor: Ensaldo Carrasco Eduardo

Fragmento

En las últimas décadas, ha surgido un creciente interés global en la calidad y la seguridad del paciente dentro de los procesos de atención a la salud. Estos atributos están intrínsecamente relacionados, ya que la seguridad del paciente es uno de los siete componentes clave de la calidad en la atención de la salud, según la Organización Mundial de la Salud.1

A pesar de la considerable promoción de la calidad y seguridad del paciente por organizaciones y grupos profesionales en medicina y enfermería, la difusión de este tema en odontología aún es limitada.2 Por lo tanto, es crucial que los profesionales de la salud en el área odontológica o estomatológica aprendan de la base de evidencia y experiencias adquiridas en los servicios hospitalarios para adaptarlas a los servicios de atención odontológica en todo México.3

A medida que la complejidad de los procesos de atención aumenta, también lo hace la probabilidad de fallas o errores durante la prestación de estos servicios. Es lógico pensar que, a mayor número de pasos en un tratamiento, mayor será el riesgo de errores. Una estrategia común para la prevención es promover entrenamiento o cursos clínicos para mejorar la competencia de estudiantes y profesionales. Sin embargo, promover la calidad y la seguridad del paciente va más allá de asegurar o fortalecer las destrezas técnicas en la ejecución de procedimientos clínicos. El error humano, ya sea por un estudiante, profesor o profesional, es la consecuencia de una serie de fallas latentes en el proceso de atención al paciente. Este enfoque no es nuevo y ha sido ampliamente documentado en la literatura científica médica durante más de dos décadas.4 En odontología, estas fallas latentes comúnmente se relacionan con procesos administrativos, gestión de citas, errores de comunicación, diagnóstico y planificación de tratamientos.5-6 En este contexto, los errores en la ejecución de procedimientos clínicos son una consecuencia de errores o fallas que preceden al error humano del odontólogo. Pero ¿cuál es la relevancia de conocer los factores o fallas latentes? ¿Cómo contribuyen al error cometido por el estudiante, profesor clínico o profesional?

En general, el estudiante, profesor clínico o profesional realiza sus actividades en un ambiente clínico interactuando con elementos físicos y no físicos. Según la Ciencia de la Ergonomía y los Factores Humanos, utilizada también en el estudio de la calidad y seguridad del paciente,7 el clínico interactúa con cuatro elementos principales: a) las herramientas y tecnología que facilitan la ejecución técnica; b) las características de la tarea o procedimiento; c) las características del ambiente clínico, incluyendo la ergonomía y disposición física del mobiliario; y d) las características organizacionales del establecimiento. Esto último se refiere a la gestión de citas, recursos humanos y materiales, la coordinación y colaboración entre el personal, así como la cultura organizacional. Idealmente, el clínico debe prestar sus servicios interactuando armónicamente con todos estos elementos.8 Las fallas en estos elementos pueden comprometer el desempeño del estudiante, profesor o profesional. Este desempeño, a nivel individual, representa un balance entre lo que se piensa y lo que se puede hacer físicamente. 
 

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2025-08-08   |   12 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 5 Núm.2. Mayo-Agosto 2025 Pags. 34-35. Rev Invest Clin Odontol 2025; 5(2)